Guernica 37 Bids Farewell to José María Tojeira, Jesuit Priest Who Devoted His Life to Truth and Justice in El Salvador
- rafabg
- Sep 9
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Updated: Sep 10

On September 5, 2025, Father José María Tojeira - known to his friends as “Chema” - passed away. He was a central figure in the defense of human rights in El Salvador and across Central America. At the Guernica 37 Centre, we want to pay tribute to a man who was not only a moral and social reference point, but also a close and trusted ally in our work. We extend our deepest condolences to his family, friends, and loved ones.
José María Tojeira was born in Vigo, Spain, in 1947. He moved to Central America in 1969, beginning his ministry in Honduras. There he worked in parishes and, in 1976, became director of Radio Progreso. Four years later, he founded the Reflection, Research and Communication Team (ERIC-SJ). In 1985, he moved to El Salvador, and by 1988 he had been appointed Provincial of the Jesuits of Central America, a position he held until 1995.
It was in that capacity that he lived through one of the darkest recent episodes in El Salvador’s history: the November 16, 1989, murder of his colleagues the Jesuits priests Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Amando López, Joaquín López y López, and Juan Ramón Moreno, along with Elba Ramos and her daughter Celina. That night, Tojeira was sleeping only a few meters from where the massacre took place, carried out by the Atlacatl Battalion. From the earliest hours, he denounced the crime and demanded justice, convinced that uncovering the truth was also an act of justice for the entire Salvadoran people. Years later, when asked why they had been killed, he replied: “Because they defended human rights and sought a peaceful solution. That angered the Salvadoran military and the U.S. government. We speak of truth, justice, and forgiveness.”
That commitment marked his entire life. He led efforts to hold accountable both the material and intellectual authors of the massacre, and he remained a tireless voice against silence and impunity. Later, as Dean of the Central American University “José Simeón Cañas” (UCA) from 1997 to 2010, and then as Director of its Human Rights Institute (IDHUCA), he supported victims of the armed conflict, defended academic freedom, and promoted critical thought during years of great adversity.
When he testified before Spain’s National Court in the trial of Inocente Orlando Montano - El Salvador’s former Vice Minister of Public Security and one of the intellectual authors of the crime, in a case brought forward by Guernica 37 - Tojeira described the harassment his fellow Jesuits had faced and the violence of that night. He closed his testimony with words that revealed both his compassion and his conviction: “We forgave the killers from the very first moment, but it is essential that the truth be known so that it is never repeated.”
Tojeira’s clear voice and closeness to the people made him one of the region’s most respected defenders of human rights and peace. Despite threats and smear campaigns, he stood firm. His lifelong commitment to social justice, reconciliation, and truth made him a moral compass for generations in El Salvador and beyond.
Chema Tojeira leaves behind a profound legacy that will continue to inspire all of us who fight against impunity. At the Guernica 37 Centre, we join those who knew and admired him in mourning his loss, and we honor his life as an example of dignity and steadfast dedication to justice. His example will remain a source of inspiration for us, and for many others working toward a more just world.
ESPAÑOL
El Centro Guernica 37 se despide de José María Tojeira, padre jesuita que dedicó su vida a la verdad y la justicia en El Salvador

El pasado 5 de septiembre de 2025 falleció el padre jesuita José María Tojeira, conocido por sus amigos como “Chema”, figura imprescindible en la defensa de los derechos humanos en El Salvador y en toda Centroamérica. Desde El Centro Guernica 37 queremos rendir homenaje a quien, además de ser un referente moral y social, fue también un aliado cercano y querido en nuestra labor por la justicia. Expresamos también nuestro más sentido pésame a sus familiares, amigos y seres queridos.
Nacido en Vigo (España) en 1947, llegó a Centroamérica en 1969, donde conoció la vida parroquial en Honduras. En 1976 fue nombrado director de Radio Progreso y, cuatro años más tarde, fundó el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ). En 1985 fue destinado a El Salvador y en 1988 asumió el cargo de Provincial de los jesuitas de Centroamérica, que ocupó hasta 1995.
Fue en ese cargo cuando vivió uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de El Salvador: el asesinato, el 16 de noviembre de 1989, de sus compañeros Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Amando López, Joaquín López y López y Juan Ramón Moreno, junto con Elba Ramos y su hija Celina. Aquella noche, Tojeira dormía a escasos metros de la residencia donde fueron asesinados por militares salvadoreños del Batallón Atlacatl. Desde las primeras horas posteriores al crimen, levantó la voz para denunciar lo ocurrido y exigir justicia, convencido de que esclarecer ese crimen era también un acto de justicia para todo el pueblo salvadoreño. Cuando le preguntaron años más tarde por las razones de aquel crimen, Tojeira respondió con claridad: “Porque defendían los derechos humanos y buscaban una solución pacífica y eso molestaba a los militares salvadoreños y al Gobierno americano. Nosotros hablamos de verdad, justicia y perdón”.
Este compromiso lo acompañó toda la vida. Lideró la presentación de acciones legales contra los responsables materiales e intelectuales de la masacre en el país y fue una voz constante contra el silencio y la impunidad. Años más tarde, como rector de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) entre 1997 y 2010, y luego como director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), acompañó a las víctimas del conflicto armado interno, defendió la libertad académica y promovió el pensamiento crítico en tiempos de gran adversidad.
En su testimonio ante la Audiencia Nacional de España, en el juicio contra Inocente Orlando Montano - entonces Viceministro de Seguridad Pública de El Salvador y señalado como uno de los autores intelectuales de la masacre, en un proceso impulsado por El Centro Guernica 37 -, Tojeira relató la persecución previa contra sus compañeros jesuitas y la violencia de aquella madrugada. Con firmeza, Tojeira concluyó entonces: “Nosotros perdonamos a los asesinos desde el primer momento, pero es indispensable que se conozca la verdad para que no se repita”.
Con su palabra clara y su cercanía, Tojeira fue durante décadas una de las voces más reconocidas en la defensa de los derechos humanos y en la construcción de la paz, incluso en medio de amenazas y campañas de desprestigio. Su compromiso con la justicia social, la reconciliación y la verdad lo convirtieron en un referente ético para generaciones enteras en El Salvador y fuera de él.
Chema Tojeira deja un legado profundo, que inspira la labor de quienes seguimos luchando contra la impunidad. Desde El Centro Guernica 37 nos unimos al duelo de todos aquellos que le conocieron y admiraron, y honramos su vida como un ejemplo de dignidad y compromiso con la justicia social. Su ejemplo seguirá siendo fuente de inspiración para nosotros y para muchos otros que trabajan por un mundo más justo.